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En una olla pequeña, agrega 4 tazas de agua y 3 cucharadas de lejía. Haz que el agua hierva y coloca la piedra pómez en la olla. Déjala hervir por lo menos 10 minutos. Una vez hecho esto, desecha el agua y deja que la piedra se seque completamente.

Otra forma de limpiar la piedra pómez es con agua caliente y jabón para lavar platos. En un recipiente mediano, agrega agua caliente. Toma la piedra y úntala con el jabón. Ahora toma un cepillo de dientes o un cepillo de limpieza y friega la piedra a fondo. Enjuágala con el agua caliente y déjala en el recipiente al menos cinco minutos. Saca la piedra y colócala a la luz del sol en un paño seco durante al menos una hora.

Otros prefieren algo tan fácil como poner la piedra pómez en una funda de almohada y arrojarla a la lavadora con la ropa o al lavavajillas con la carga de platos sucios. Sólo agrega detergente a la máquina y enciéndela. Una vez que el ciclo terminó, saca la piedra pómez y deja que se seque completamente.

Una manera más fácil de limpiar la piedra pómez es simplemente enjuagarla con agua tibia luego de cada uso y dejar que se seque. Esto se puede hacer bajo el chorro de agua en el fregadero. Sécala completamente cuando termines.

Finalmente, la manera más fácil de limpiar una piedra pómez es secarla con un cepillo. Cuando no esté en uso, solo toma un cepillo de limpieza y cepíllala a fondo, asegurándote de que todas las grietas han sido debidamente fregadas.